miércoles, 16 de enero de 2013

Hablar con el corazón abierto, como lo hace Amado Nervo

La poesía es más que palabras y rima. Es hablar con el corazón abierto, expresar los sentimientos a plenitud. Se escribe en papel pero su mensaje cultiva el alma. Nos impregna de historias, recuerdos, promesas, angustias, transmite felicidad o dolor.
Deseo compartir este poema de Amado Nervo, escritor de amplia trayectoria, de reconocimiento internacional por la calidad y variedad de su obra como poeta, novelista y ensayista, entre otros géneros que desarrolló. Nació el 27 de agosto de 1870 en la ciudad de Tepic, Nayarit, México y murió en Montevideo, Uruguay el 24 de mayo de 1919.
Es considerado por muchos estudiosos de literatura, como un escritor del movimiento modernista, para otros no se ajusta a este movimiento, pues están presentes en su obra elementos místicos y una profunda tristeza, como en el cuento El obstáculo, donde el misterio está presente. Amado Nervo fue un prolífico escritor, supo cultivar con igual maestría tanto el verso como la prosa. 
Comparto títulos que he leído de este gran escritor, por si igual desean leerlas: Plenitud, Perlas Negras, Místicas, Los Jardines Interiores y el Estanque de Los Lotos.
  
En Paz 
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.

Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
                                                                                                          Amado Nervo