Me gusta compartir los libros que leo e invitarlos a leerlos también. Mi deseo es relatar una corta biografía y un fragmento de algún libro que deje una enseñanza formativa para los lectores. Espero lograrlo.
El libro es semillero de cultura, portador de conocimiento, nos acompaña en los momentos de soledad como un amigo fiel, nos hace descubrir mundos desconocidos y asombrarnos de lo que ignoramos.
Admiraré siempre a Ernesto Cardenal, nació en Granada, Nicaragua un 20 de enero de 1925. Poeta, sacerdote, teólogo, escritor, escultor, traductor y revolucionario. Estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura en el año 2005. En este mismo año fue presidente de la Asociación para el desarrollo de Solentiname, fue premiado con la “Foca Mediterránea” en los premios Ones. En el año 2009 obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pabla Neruda. Su poesía está enfocada más hacia lo social y político.
Su libro “El estrecho dudoso” (1966): sus versos describen un pasado que muchos no conocemos, relata la herencia cultural de nuestros países. Se nos explica sobre la valentía, los hechos heroicos, el abuso, maltrato y dolor, así como las victorias y momentos de gloria de nuestros antepasados durante la conquista.
Por lo
que toca a su vida y costumbres,
hombres y
mujeres andan completamente desnudos.
Son de
mediana estatura y de buenas proporciones.
Su carne
tira a roja como el pelo de los leones,
y soy
de opinión que si anduvieran vestidos
serían
tan blancos como nosotros.
Tienen
sus pelos largos y negros,
especialmente las mujeres,
a las
que sienta bien la larga y atezada cabellera.
No son
muy hermosos sus semblantes
porque
tienen las caras chatas o aplastadas
semejantes a las de los tártaros.
Son de
extremo ligeros y veloces para correr
tanto
los hombres como las mujeres.
Nadan
maravillosamente en el agua, como peces,
y las
mujeres mejor que los hombres.
Sus
armas son arcos y saetas
que
fabrican con mucha habilidad.
Carecen
enteramente de hierro y otros metales
y arman
sus saetas con dientes de bestias y de peces.
No
tienen jefes ni capitanes de guerra
sino que
andan sin orden, cada uno libremente.
Esta
gente vive en libertad, no obedece a nadie
mi tiene
ley ni señor. No riñen entre sí.
En el
modo de hablar parecen muy sencillos
pero en
realidad son muy astutos y sagaces.
Hablan
muy rara vez y en tono muy bajo
usando
los mismos acentos que nosotros.
Las
voces las forman entre los dientes y los labios;
y tienen
vocablos distintos de los nuestros.
Su modo
de comer es muy bárbaro
y no
tienen horas determinadas para ello;
comen
cuando tienen hambre, sea de día o de noche.
Para
comer se sientan en el suelo;
y no
usan manteles ni servilletas,
pues no
tienen lienzo ni paño alguno.
Duermen
en grandes redes colgadas en el aire.
Son muy
aseados y limpios porque se bañan mucho.
Sus
casas están construidas a manera de campanas.
Sus
riquezas son plumas de aves de varios colores
o
cuentas que hacen de los huesos de los peces
o
piedrecitas verdes y blancas.
Pero
desprecian el oro y las piedras preciosas.